miércoles, 6 de octubre de 2010

MÝVATN (III): energía renovable


En este vídeo, tomado el 12 de julio de 2010, se aprecia el chorro de vapor y el estruendo que produce el venteo de una de las perforaciones para extracción de vapor en la Planta Geotérmica de Krafla. Al ampliarse el campo de visión, aparece el cráter Víti (El Infierno), disfrazado "momentáneamente" de terso y relajante lago verde.

En el complejo volcánico de Krafla, Landsvirkjun explota desde hace años la Krafla Geothermal Power Station.   
Las web de Mannvit Engineering (que colaboró en la segunda fase del proyecto) y de Landsvirkjun (la mayor productora de energía eléctrica en Islandia) recogen la historia desde que, en 1974, empezaron las perforaciones exploratorias hasta que, en 1999, la central alcanzó su potencia máxima de 60 MW.
Durante algún tiempo hubo una gran controversia política y social en Islandia y se puso muy en duda que la planta llegara a estar en operación alguna vez porque, tal como relata la entrada MÝVATN (I) de este mismo blog, el volcán entró en erupción al poco tiempo y, con intermitencias, la situación se mantuvo hasta 1984. (Téngase en cuenta que no hay ni dos kilómetros de distancia entre el edificio principal de la central y los cráteres de fisura de Leirhnjúkur).
En el año 1975 comenzaron los terremotos y las erupciones pero, a pesar de todo, el proyecto siguió adelante. Ninguno de nosotros, los oriundos de países geológicamente estables, lo creería posible; pero los islandeses y los técnicos especializados en vulcanología y energía geotérmica hacen sus mediciones y previsiones y no se arredran ante episodios como éste. 

Panorámica desde el borde sur del cráter Víti hacia el noroeste. Al fondo se ven varios pozos de extracción de vapor y, a su derecha, el manto negro de lava de la erupción más reciente el la red de fisuras de Leirhnjúkur. La arista del cráter impide observar el edificio principal de la central eléctrica, que está a la izquierda de la fotografía.
 

Panorámica desde el borde del cráter Víti hacia flanco sur. Al pie se observan dos pequeños cráteres, uno de ellos convertido en laguna. El izquierdo es una solfatara con fumarolas y pozos de lodo hirviente.
 En 1977, la central empezó a ser una realidad. En 1978 se llevó a cabo la primera conexión a la red eléctrica y arrancó la producción de electricidad a pesar de que las erupciones en la vecindad y los terremotos continuaban.
En 1984, el volcán Krafla se fue durmiendo.
En 1996, cuando nosotros visitamos el lugar por vez primera, la central no operaba porque se estaba instalando entonces la segunda turbina mientras se llevaban a  cabo nuevas perforaciones en el área.
En total se han hecho treinta y tres perforaciones. Unos diecisiete pozos de producción de vapor a alta presión y cinco de baja presión son los que operan normalmente. La planta utiliza 110 kilos por segundo de vapor saturado con presión cercana a los 8 kg/cm2 y 36 kilos por segundo a 2,2 kg/cm2.
En el año 2006 se llevó a cabo un plan de prospección y análisis sobre las temperaturas a niveles entre 3 y 5 kilómetros bajo la superficie y ello condujo al desarrollo del Iceland Deep Drilling Project (IDDP) cuyo primer pozo se encontró con el magma a sólo 2,1 kilómetros de profundidad.
En la Krafla Geothermal Power Station se ocupan unas quince personas, todos ellos técnicos. Los viajeros curiosos pueden visitar las instalaciones siendo estupendamente atendidos.


Más cercana aún a la orilla del lago Mývatn, en el flanco oeste de la colina de Námafjall, la compañía Landsvírkjun explota otra planta geotérmica mucho más pequeña que la de Krafla y más antigua, llamada Bjarnarflag Geothermal Station. Su potencia de generación eléctrica solo alcanza los 3 MW. Lo más llamativo en este caso es la laguna de drenajes que el viajero descubre a la vera misma de la carretera N1. El extraño color del líquido es igual que el del celebérimo "spa" de la Bláa lónið, la Laguna Azul o Blue Lagoon de la península de Reykjanes, un destino obligado de todo turista en Islandia (A ella dedicaremos una próxima entrada). Pero, en este caso de Bjarnaflag, los baños están absolutamente prohibidos.



La pequeña planta geotérmica de Bjarnaflag arroja sus drenajes de agua caliente con alto contenido de sales a un estanque vecino. Pero en este caso,  el estanque no está adaptado para el turismo. Al contrario, los carteles avisan del PELIGRO de puntos muy calientes bajo la superficie del agua y de la estricta prohibición de los baños.  
 
  

Continuamente la planta vierte a la laguna un importante caudal de agua en ebullución.

 

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